La deliciosa cocina egipcia se caracteriza por ingredientes frescos, sabores intensos y una rica tradición culinaria:
El Koshari se considera el plato nacional egipcio. Consiste en una mezcla de arroz, lentejas y fideos, aderezada con salsa de tomate y cebolla caramelizada.
El Ful Medames se come tradicionalmente para desayunar en Egipto. Consiste en habas cocidas, sazonadas y trituradas, y suele servirse con ajo, limón y aceite de oliva.
La molokhia es una sopa de verduras verdes elaborada con la planta molokhia. Se suele tomar con arroz o pan plano y también se puede servir con carne o aves.
Los falafel son bolas fritas hechas con puré de garbanzos o alubias. Esta especialidad es conocida más allá de las fronteras del país. Los falafels suelen enrollarse en pan plano o servirse con verduras y salsas como guarnición.
Los Mezze son una selección de entrantes. Incluyen hummus, baba ganoush (puré de berenjena a la parrilla), aceitunas, verduras encurtidas y pan plano.
Postres típicos en Egipto: Basbousa (pastel de sémola con sirope de azúcar), Kunafa (pasta rellena de queso) y Aish El Saraya (pan con leche y sirope de azúcar).
El té, sobre todo el negro, está muy extendido y suele tomarse con menta fresca. El café árabe, fuerte y aromatizado con especias como el cardamomo, también es muy popular en Egipto.
La cocina egipcia utiliza diversas especias y hierbas como el cilantro, el comino, el ajo, la canela y la pimienta para dar a los platos un sabor característico.