La ciudad más meridional de Alemania, Friburgo, presume de edificios históricos, parques verdes, su propia colina del castillo y acogedores restaurantes. Friburgo de Brisgovia es una de las ciudades más románticas de Alemania, entre otras cosas por su bien conservada arquitectura histórica. Las antiguas entradas a la ciudad, la Martinstor en la Kaiser-Josef-Straße y la Schwabentor en el barrio de los bares, se han conservado en un estado ejemplar. Una callejuela cubierta de glicinas en flor de color púrpura en primavera conduce a esta última. Pequeños arroyos atraviesan el casco antiguo de Friburgo. No se puede pasar por alto la torre gótica de la catedral de Friburgo. Vida urbana rodeada de verdor En el parque Colombi, cerca de la estación de tren y a tiro de piedra de la catedral, incluso crece el vino. IntercityHotel Freiburg Incluso crece el vino. El tradicional restaurante Kleiner Meyerhof, a pocos pasos del parque, bien merece una parada para una cata de vinos. Un funicular conduce desde el extenso parque de la ciudad hasta el Schlossberg, desde donde se divisa a lo lejos la Selva Negra.