Fráncfort del Meno: un destino vibrante con una fascinante mezcla de tradición y modernidad. La metrópolis financiera ofrece un impresionante horizonte, lugares de interés cultural y una variada gastronomía:
Una de las principales atracciones turísticas de Fráncfort es el Römer, el histórico ayuntamiento con su llamativa fachada, símbolo de la ciudad desde el siglo XIV. En el casco antiguo, rediseñado en 2018, los visitantes pueden explorar las encantadoras y estrechas calles y las casas de entramado de madera restauradas. Otra atracción es la imponente catedral imperial de San Bartolomé, desde cuya torre se puede disfrutar de una impresionante vista de la ciudad.
Fráncfort es también un centro de arte y cultura. En el Museumsufer, a orillas del Meno, le esperan numerosos museos, entre ellos el célebre Städel, que presenta obras maestras desde la Edad Media hasta el arte moderno. A lo largo del año, Fráncfort acoge numerosos festivales y actos culturales que enriquecen la vida de la ciudad.
Los noctámbulos sacan partido a su dinero en los animados bares y clubes. Aquí podrá disfrutar de una cerveza bien fría o del típico vino de manzana en los pubs de moda y experimentar la hospitalidad de Fráncfort.
Para los que buscan relajarse, en Fráncfort hay numerosos oasis verdes, como el Palmengarten, que deleita con su exótica flora, y el hermoso Grüneburgpark, ideal para relajantes paseos. Un paseo en barco por el río Meno permite descubrir la ciudad desde una nueva perspectiva.
Kelsterbach está a sólo unos kilómetros de Fráncfort y está bien comunicado tanto con el aeropuerto de Fráncfort como con el centro de la ciudad. Kelsterbach es el punto de partida ideal para sus excursiones de exploración.